Muchas veces en una relación se llega a un punto en el que no sabemos si estamos enamorados de esa persona o en realidad es un capricho que se podría acabar cuando aparezca alguien que de verdad nos mueva el piso, aunque no lo creamos. Sentimos “maripositas” en el estómago cuando estamos con ese alguien especial, sonreímos a cada momento y nos sentimos felices, pero no estamos seguros si es amor.
Entonces para averiguar qué es lo que sentimos debemos hacernos ciertas preguntas que nos llevarán a concluir si es amor o no:
1. ¿Qué estoy dispuesto a hacer por esa persona?: Esta pregunta se debe plantear siempre que creamos que sentimos amor. No quiero decir con esto que para estar enamorados debemos estar dispuestos a “morir” por el otro, cosa que en caso extremo sí debe ocurrir. Pero no nos planteemos la pregunta en ese caso. En lo cotidiano esta pregunta se desglosa en varias: ¿Qué está dispuesto a dejar y aceptar para estar con esa persona? ¿Está dispuesto a enfrentar a quién sea para defender el sentimiento? ¿Qué tanto acepta los defectos y virtudes de la otra persona?
2. Después de responder todo lo anterior, es necesario y fundamental verse a futuro con la otra persona, no sólo dentro de uno o dos años, sino en muchos años, si aún estuviera con él o ella, ¿cómo cree que serían las cosas? ¿se ven felices?
3. Si todas las posibilidades anteriores son favorables, empiece a analizar cada momento que pasa con la persona que cree que ama. Sienta su energía, mire a sus ojos, no vea sólo el exterior. Si esta persona nos ama, todo será alegre, el ambiente no se torna gris, y en caso de haber discusiones, siempre se pueden solucionar conversando. Nunca se deje maltratar ni física ni psicológicamente pues eso no es en ninguna medida una muestra de amor.
4. El amor no hay que decirlo, hay que demostrarlo. Pero para demostrar el amor la pareja no puede pedir una “muestra”, pues si esa persona siente amor por nosotros, se dará cuenta por nuestras acciones, nuestras miradas, nuestras conversaciones, que en realidad sentimos amor y se demostrará con esas acciones.
5. Por último recuerde, el amor no se agradece, el amor se siente. Y el amor no se mendiga en ningún caso, pues el amor llega por solo.
2. Después de responder todo lo anterior, es necesario y fundamental verse a futuro con la otra persona, no sólo dentro de uno o dos años, sino en muchos años, si aún estuviera con él o ella, ¿cómo cree que serían las cosas? ¿se ven felices?
3. Si todas las posibilidades anteriores son favorables, empiece a analizar cada momento que pasa con la persona que cree que ama. Sienta su energía, mire a sus ojos, no vea sólo el exterior. Si esta persona nos ama, todo será alegre, el ambiente no se torna gris, y en caso de haber discusiones, siempre se pueden solucionar conversando. Nunca se deje maltratar ni física ni psicológicamente pues eso no es en ninguna medida una muestra de amor.
4. El amor no hay que decirlo, hay que demostrarlo. Pero para demostrar el amor la pareja no puede pedir una “muestra”, pues si esa persona siente amor por nosotros, se dará cuenta por nuestras acciones, nuestras miradas, nuestras conversaciones, que en realidad sentimos amor y se demostrará con esas acciones.
5. Por último recuerde, el amor no se agradece, el amor se siente. Y el amor no se mendiga en ningún caso, pues el amor llega por solo.
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