En oriente hace miles de años se ha venido estudiando la energía sexual de una manera muy diferente a la que se ha realizado en occidente.
El sexo tantrico proporciona tanto al hombre como a la mujer una armonía con su carga sexual.
Esta carga sexual se estimula y acrecienta en cada encuentro con nuestra pareja. Esto no trata de un acto de genitalidad ni netamente una necesidad biológica, esto realmente es un acto de intercambio de energía femenina y masculina que se nutre mutuamente.
Debemos permitir que la energía fluya, que cada momento en el acto amoroso sea rítmico y constante, aceptando el deseo propio y el de tu pareja, este viaje energético comienza desde nuestros genitales hacia el resto de nuestro cuerpo, sin la necesidad de acelerar la eyaculación o el orgasmo, disfrutando de cada momento hasta alcanzar la liberación final.
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